Es una verdad (verdadera) que tener siempre la mejor de las caras (naturalmente) es cuestión de suerte (¡Genes!). Mantener unos hábitos saludables suma muchos puntos (piel sana in corpore sano), pero la dieta equilibrada y la rutina de sueño no siempre son compatibles con las exigencias de la vida moderna. No desesperes, siempre podemos aferrarnos al maquillaje. Los que saben aseguran que, con los productos adecuados, es posible sustituir el tan odiado “¿Te encuentras bien?” por un “¡Qué bien te veo!”.

Nuestro neceser de “primeros auxilios” debe incluir (sí o sí) un buen iluminador, como los de la gama Vanilla Highlighters. Ojo, porque no hablamos de esos inundados de purpurina (aptos para el weekend y las fiestas), sino de una versión tan natural (perfecta para el uso diario) que parecerá que la luz emana de tu mismísimo interior. La textura ligera de esta fabulosa crema se extiende con una facilidad pasmosa, fundiéndose maravillosamente sin dejar pegotes o malas sensaciones (¡No te ahoga!), dos tips imprescindibles en lo que a iluminadores se refiere. Además, su formulación a base de Vainilla (suavizante y calmante) garantiza que el uso reiterado no provocará inesperados efectos secundarios.

Brillibrilli de los buenos (natural y sano).

Disponible en dos tonos:

• Falling-star: brillo plateado.
• Sun-halo: brillo dorado.