¿Cuáles son esos principios tan especiales?

• El Monoï de Tahití, un aceite de coco orgánico macerado con las flores de Tiaré, protege el pH de la piel, proporcionando suavidad y restructuración celular. Tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Mantiene la piel joven, saludable y libre de imperfecciones. Protege la piel de los daños ocasionados por los rayos UV, signos del envejecimiento, manchas y otras alteraciones.
• El Aceite de Oliva es un poderoso humectante, consigue penetrar en todas las capas de la dermis ayudando a combatir la sequedad gracias a sus propiedades oleosas. Además, actúa eficazmente contra el envejecimiento, aportando elasticidad y brillo, y regenera los tejidos dañados de la piel, reparándola y fortaleciéndola.
• La Manteca de Karité, nutritiva y con un alto contenido en tocoferoles y antioxidantes, regula la hidratación de la piel y la suaviza sin dejar sensación grasa. Además, fortalece la barrera lipídica y ayuda a calmar las pieles irritadas o escamosas.
• El Aceite de Almendras Dulces es un aceite vegetal de rápida absorción que ayuda a recuperar el equilibrio lipídico. Es emoliente y antiinflamatorio, de un alto valor nutritivo para la piel, ya que contiene vitaminas A, B1, B2, PP, B5 y B6 que actúan como catalizadores para las sales minerales y ácidos grasos poliinsaturados responsables de la nutrición y la hidratación de la piel. Está especialmente indicado para pieles secas y para prevenir estrías.

¿Qué más podemos pedir?

Ami Iyök es un concepto de cosmética natural y orgánica certificada en la que se combinan los activos biológicos con la más alta investigación en dermocosmética, dando lugar a productos probadamente efectivos. Sus fórmulas, tanto en su composición como en sus componentes, están libres de GMO, parabenos, derivados del petróleo, fenoles, ftalatos o cualquier activo que no haya sido extraído bajo un proceso enzimático respetuoso con las propiedades de las materias primas.

Todos sus ingredientes son 100% de origen natural y de cultivo biológico controlado por los propios laboratorios y por EcoControl BDIH, que, junto a la certificación internacional Natrue y sus estrictas normas, garantizan la trazabilidad y calidad de sus materias primas y de sus productos.

Cosmética, diseño y tecnología son tres pilares fundamentales de la marca, creados desde la honestidad y el respeto al medio ambiente y a las personas.

También apoya la lucha contra la experimentación animal y defiende los derechos de los animales. La biopiratería y el comercio justo son temas de los que es consciente, y por ello se asegura de que sus métodos de comercio estén libres de injusticias hacia etnias minoritarias.