Piel sensible
¿Te acuerdas del film hidrolipídico del que ya te hemos hablado? ¡Nuestro escudo protector! En las pieles sensibles esta barrera está debilitada, es más delgadita y, por lo tanto, la piel se vuelve más vulnerable. La sensibilidad conduce a que se irrite fácilmente cuando se expone a factores ambientales o a cosméticos específicos, lo que se traduce en incomodidad, enrojecimiento, picazón o ardor o malestar general. Además, no hay que olvidar que nuestro escudo también promueve la hidratación de la piel; cuanto más delgado es, más le cuesta retener la humedad, por lo que la sequedad suele ser frecuente en este tipo de pieles.
Investigaciones científicas han revelado que la cantidad de ceramidas en el estrato córneo (la capa superior más externa de la piel) es significativamente menor entre las personas con la piel sensible. Las ceramidas actúan como un “cemento” intercelular que ayuda a preservar la integridad de la barrera cutánea. Una disminución de las mismas implica una barrera desprotegida y permeable.
El tratamiento ideal es aquél que equilibre la piel, sin resecarla ni irritarla, y promueva la regeneración celular. Los productos con un alto contenido en antioxidantes, como las vitaminas A, C y E, y extractos de plantas, como el Aloe Vera, la Jojoba o el Ginkgo Biloba (entre otros), calman la piel sensible, refuerzan los mecanismos inmunitarios naturales y ayudan a reparar y fortalecer la barrera natural. Además, es importante proporcionarle hidratación diaria y elegir productos ricos en agua e ingredientes que fomenten la retención y preservación de la humedad (por ejemplo, el Ácido Hialurónico, molécula con una capacidad extraordinaria para retener el agua).
Los indispensables para la piel sensible:
Sabemos que si tu piel es propensa a sufrir reacciones, incorporar un producto en tu rutina requiere de mucho, mucho cuidado. Por eso, hay que tener siempre presente que el producto tiene que estar indicado para pieles sensibles. ¿Quieres un consejo? Cuando introduzcas un nuevo producto, prueba a ponerte una pequeña cantidad y espera unos minutos. Solo cuando compruebes que tu piel reacciona bien podrás proceder con el resto de tu rutina.
Doble limpieza
A lo largo del día son muchas las bacterias y la contaminación que se acumulan en la piel, lo que se traduce en envejecimiento prematuro, manchas y brotes acnéicos. Para evitarlo, la doble limpieza es imprescindible. ¿Quieres que te cuente un secreto? Con la doble limpieza conseguiremos que el sérum, la hidratante y todos los productos que nos apliquemos con posterioridad penetren mejor y sean mucho más eficaces.
El método a seguir es muy sencillo:
Empezaremos con un aceite limpiador o bálsamo para retirar el maquillaje, la protección solar y el exceso de sebo. Esta fase termina cuando pasas la prueba del algodón: si no hay resto de maquillaje ni de suciedad, podemos seguir adelante (¡El algodón no engaña!).
En segundo lugar, aplicaremos un limpiador con base acuosa para eliminar las bacterias, el sudor y las células muertas. Con este segundo (e ineludible) paso, se retira cualquier resto de impureza y se limpian profundamente los poros para dejar respirar a la piel. Para asegurar una buena limpieza, masajea el limpiador durante un minuto sobre tu rostro antes de retirarlo. Así, nos aseguraremos de
que las toxinas, la contaminación y la suciedad desaparecen por completo y, con ello, evitaremos el envejecimiento prematuro.
Si bien la doble limpieza es imprescindible, únicamente es necesaria por la noche. Por la mañana, una única limpieza es suficiente (¡Pero necesaria!) para que las cremas de día e hidratantes se absorban y penetren mucho mejor. Recuerda que la limpiadora debe equilibrar tu piel, estar libre de sulfatos y otros ingredientes dañinos y ser realizada con mucho cariño.
Tónico
Puede que pienses que los tónicos son ideales para las pieles grasas y que no tienen nada que ver contigo. ¡Nada más lejos de la realidad! Los tónicos formulados para pieles sensibles son ideales, no solo para ayudar a que el resto de los productos se absorban mejor, sino porque contienen ingredientes que alivian la piel, el enrojecimiento y la irritación, equilibran el pH y proporcionan antioxidantes, tan necesarios para lucir un cutis radiante.
Bruma hidratante
Una bruma hidratante se merece un lugar en tu rutina, al mantener la humedad de tu piel durante todo el día y, con ello, fomentar un cutis radiante. Es ideal utilizarla después de la limpieza o de un largo y agotador día. Además, ayuda a que la piel absorba mejor la crema hidratante que apliquemos con posterioridad.
Contorno de ojos
La piel que rodea el contorno de ojos, al ser más fina y delicada, requiere una crema que ofrezca los mismos resultados que en el resto de la cara, pero en dosis suaves para no irritarla. Al ser una piel tan delgadita, es la primera en mostrar los signos del envejecimiento y, al acumularse los líquidos, suelen aparecen bolsas y ojeras. Por eso es tan importante incorporar en nuestra rutina una crema que cuide de esta zona tan sensible (y visible). Los productos ideales son aquellos que contienen ingredientes antioxidantes que regeneran las células, promueven la formación de colágeno, aclaran la decoloración y restauran la barrera cutánea.
Sérum
¿Un sérum para pieles sensibles? Sí, has leído bien. El sérum se convertirá en tu gran aliado, si sabes elegirlo bien, por su gran concentración de ingredientes, que ayudarán a que tu piel se encuentre mejor. El sérum ideal es aquél que suaviza, fortalece y protege tu piel con mucho cariño. Además, si alivia y calma la inflamación, reduce el enrojecimiento y refuerza la barrera cutánea, protegiéndote de los agentes externos, es que has dado con el sérum indicado.
Aceite
Si te intimida usar un aceite facial, probablemente sea porque no has dado con el indicado. Los aceites son una fuente de ácidos grasos, antioxidantes y otros nutrientes esenciales que fortalecen la barrera
epidérmica, calman y mantienen la hidratación de tu cutis. Además, los antioxidantes son esenciales para proteger y reparar tu piel de los efectos perjudiciales de la contaminación.
Crema hidratante
Si tienes la piel sensible, encontrar la hidratante ideal puede ser tu gran milagro. ¿Cómo sabes si has dado con la indicada? Cuando, además de cumplir su función más básica (hidratar, claro), sea calmante y ligera, reduzca el enrojecimiento y, lo más importante, esté libre de fragancias artificiales o sintéticas.
Mascarilla
Si aún no has incorporado una mascarilla en tu rutina, ¡no sé a qué esperas! Sus súper poderes son infinitos: limpia profundamente los poros (¡Deja respirar a tu piel!), hidrata profundamente (¡Tan necesario!), reduce los signos del envejecimiento (¿Arrugas? ¡No sé de qué me hablas!), disminuye la hiperpigmentación (¡Mi reino por un tono de piel uniforme!) y, si sabemos elegir la adecuada, combate el daño de los radicales libres (¡Nuestros mayores enemigos!). Además, ¿qué hay más relajante que aplicarte una mascarilla? Pues eso…
-
Quick ViewSeleccionar opciones
CURA FACIAL DE LIMPIEZA Y DETOXIFICACIÓN
desde: 85.00€ -
Quick ViewSeleccionar opciones
Tratamiento Facial ‘Glow’
desde: 80.00€ -
Quick ViewSeleccionar opciones
Masaje Facial Japonés «Kobido»
desde: 90.00€ -
Quick ViewSeleccionar opciones
FACE SCULPTING YOU
desde: 95.00€ -
Quick ViewSeleccionar opciones
Ritual a tu medida
desde: 110.00€ -
Quick ViewAñadir al carrito
-
Quick ViewSeleccionar importe
Tarjeta regalo crämm
50.00€–100.00€ -
Quick ViewSeleccionar opciones
Tratamiento anticelulítico y reductor con Maderoterapia
desde: 80.00€ -
Quick ViewSeleccionar opciones
Masaje Holístico
desde: 80.00€ -
Quick ViewAñadir al carrito
MASAJE TERAPEUTICO TUI-NA
110.00€ -
Quick ViewAñadir al carrito
-
Quick ViewSeleccionar opciones
Facial ‘Dark Spot’ (Tratamiento Facial Antimanchas)
desde: 80.00€ -
Quick ViewAñadir al carrito
-
Quick ViewAñadir al carrito
-
Quick ViewSeleccionar opciones
FACIAL ACNÉ RECOVERY
desde: 110.00€