
Piel mixta
La piel mixta, como su nombre indica, es parcialmente grasa y parcialmente seca. La piel de la zona T (la frente, la nariz y la barbilla) es grasa y suele presentar granitos. Sin embargo, en otras partes de la cara, principalmente en el área de las mejillas, la boca y alrededor de los ojos, la piel es normal y, a veces, incluso estar un poco seca.
La zona T se caracteriza por tener más glándulas sebáceas, y, en consecuencia, exceso de sebo. Esta zona, como hemos indicado, se caracteriza por ser grasa y brillante. Por otro lado, la piel en otras zonas de la cara tiene menos glándulas sebáceas y permanece normal o incluso seca.
El tratamiento de la piel mixta debe cubrir las necesidades de ambos tipos de piel, con el fin de equilibrarla y proporcionar a cada área los cuidados que precisa. Por una parte, el tratamiento de la zona T ha de estar diseñado para regular el exceso de sebo y reducir los poros dilatados. Son ideales los productos que eliminan suavemente las células muertas de la piel que bloquean los poros y permiten la eliminación del exceso de grasa. Por otra parte, en las otras áreas de la piel hay que preservar su hidratación y prevenir el envejecimiento prematuro. Es indispensable escoger productos que respeten el equilibro natural de la piel, sin agredirla ni dañarla.
Los indispensables para la piel mixta:
Si tienes la piel mixta y quieres encontrar una rutina que marque la diferencia, te invito a que leas los consejos que te indico a continuación.
Doble limpieza
A lo largo del día son muchas las bacterias y la contaminación que se acumulan en la piel, lo que se traduce en envejecimiento prematuro, manchas y brotes acnéicos. Para evitarlo, la doble limpieza es imprescindible. ¿Quieres que te cuente un secreto? Con la doble limpieza conseguiremos que el sérum, la hidratante y todos los productos que nos apliquemos con posterioridad penetren mejor y sean mucho más eficaces.
El método a seguir es muy sencillo:
Empezaremos con un aceite limpiador o bálsamo para retirar el maquillaje, la protección solar y el exceso de sebo. Esta fase termina cuando pasas la prueba del algodón: si no hay resto de maquillaje ni de suciedad, podemos seguir adelante (¡El algodón no engaña!).
En segundo lugar, aplicaremos un limpiador con base acuosa para eliminar las bacterias, el sudor y las células muertas. Con este segundo (e ineludible) paso, se retira cualquier resto de impureza y se limpian profundamente los poros para dejar respirar a la piel. Para asegurar una buena limpieza, masajea el limpiador durante un minuto sobre tu rostro antes de retirarlo. Así, nos aseguraremos de que las toxinas, la contaminación y la suciedad desaparecen por completo y, con ello, evitaremos el envejecimiento prematuro.
Si bien la doble limpieza es imprescindible, únicamente es necesaria por la noche. Por la mañana, una única limpieza es suficiente (¡Pero necesaria!) para que las cremas de día e hidratantes se absorban y penetren mucho mejor. Recuerda que la limpiadora debe equilibrar tu piel, estar libre de sulfatos y otros ingredientes dañinos y ser realizada con mucho cariño.
Tónico
Si tienes la piel mixta, un tónico puede ayudarte mucho más de lo que pensabas; de hecho, debería ser un ‘must’ en tu rutina. Entre otros beneficios, se incluye el de limpiar tu piel y refinar los poros, al eliminar la acumulación de aceite, equilibrar el pH de tu piel y aportar hidratación, tan necesaria en las zonas secas. El tónico indicado para ti es aquél que mantenga el equilibrio de tu piel, para minimizar los poros sin alterar el resto de las zonas de tu cutis. Es importante que incluya antioxidantes y vitaminas, para protegerte de los agentes externos, ingredientes naturales que se enfrenten al acné y eliminen el exceso de aceite sin resecar, y activos hidratantes que respeten la barrera natural de tu piel. Volverás a lucir una tez equilibrada y un brillo saludable.
Bruma hidratante
Una bruma hidratante se merece un lugar en tu rutina, al mantener la humedad de tu piel durante todo el día y, con ello, fomentar un cutis radiante. Si no aportas a tu cutis la hidratación que necesita para reponer los aceites esenciales que ha perdido, solo conseguirás que produzca aún más sebo (y no es lo que buscas, ¿verdad?). Es ideal utilizarla después de la limpieza o de un largo y agotador día. Además, ayuda a que la piel absorba mejor la crema hidratante que apliquemos con posterioridad.
Contorno de ojos
La piel que rodea el contorno de ojos, al ser más fina y delicada, requiere una crema que ofrezca los mismos resultados que en el resto de la cara, pero en dosis suaves para no irritarla. Al ser una piel tan delgadita, es la primera en mostrar los signos del envejecimiento y, al acumularse los líquidos, suelen aparecen bolsas y ojeras. Por eso es tan importante incorporar en nuestra rutina una crema que cuide de esta zona tan sensible (y visible). Los productos ideales son aquellos que contienen ingredientes antioxidantes que regeneran las células, promueven la formación de colágeno, aclaran la decoloración y restauran la barrera cutánea.ideales son aquellos que contienen ingredientes antioxidantes que regeneran las células, promueven la formación de colágeno, aclaran la decoloración y restauran la barrera cutánea.
Sérum
Un sérum adecuado marca la diferencia cuando se trata de sacar a relucir tu cutis, ya que contiene una alta concentración de ingredientes activos envueltos en una fórmula muy ligera. Sus moléculas son lo suficientemente pequeñas para penetrar en la epidermis y suministrar a tu piel los antioxidantes y vitaminas que tanto necesita. En el caso de las pieles mixtas, son ideales ingredientes como la Vitamina C para mantener tu cutis equilibrado, brillante y suave. Los sérums para pieles mixtas están enfocados en encontrar el equilibro: tratar el acné sin resecar o aportar hidratación sin obstruir los poros.
Aceite
¿Aceite para pieles mixtas? Sí, has leído bien. El aceite facial será tu gran aliado, ya que ayudará a tu cutis a encontrar el equilibrio: tratará las áreas que estén secas y regulará la sobreproducción de sebo en las zonas grasas sin obstruir los poros.
Crema hidratante
Si tienes la piel mixta, una crema hidratante ligera, que regule el exceso de sebo y mantenga el equilibrio de tu piel es más que necesaria. Si no aportas a tu cutis la hidratación que necesita para reponer los aceites esenciales que ha perdido, solo conseguirás que produzca aún más sebo.
Mascarilla
Si aún no has incorporado una mascarilla en tu rutina, ¡no sé a qué esperas! Sus súper poderes son infinitos: limpia profundamente los poros (¡Deja respirar a tu piel!), hidrata profundamente (¡Tan necesario!), reduce los signos del envejecimiento (¿Arrugas? ¡No sé de qué me hablas!), disminuye la hiperpigmentación (¡Mi reino por un tono de piel uniforme!) y, si sabemos elegir la adecuada, combate el daño de los radicales libres (¡Nuestros mayores enemigos!). Además, ¿qué hay más relajante que aplicarte una mascarilla? Pues eso…
Exfoliante
La exfoliación es clave en la rutina de belleza, ya que elimina las células muertas, aporta brillo y promueve un tono de piel uniforme. Además, descongestiona y limpia profundamente los poros, permitiendo que tu tez respire y que el resto de los productos de tu rutina penetren mejor. Ingredientes como el Carbón activado, para purificar y absorber las toxinas perjudiciales, la Niacinamida, para protegerte de los efectos dañinos de la contaminación, o las enzimas naturales de la fruta, que desprenden las células que nos sobran, harán de la exfoliación un ‘must’ en tu rutina. Ahora bien, es importante elegir un exfoliante no abrasivo y atender al manual de uso (y disfrute). La exfoliación en exceso puede ser perjudicial para tu piel.
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